En los meses más fríos del invierno es normal que a raíz de las nevadas o heladas se forme una capa compacta de nieve o hielo sobre las rampas de los garajes. Esto puede resultar muy peligroso tanto para personas como para nuestros vehículos. Si no mantenemos la limpieza del garaje podemos encontrarnos bloqueados y no poder salir ya que los neumáticos resbalarán en el hielo y nos impedirán avanzar.
Si sigues estos sencillos consejos evitarás esta incómoda situación:
- La prevención es necesaria en estos casos, previamente a la llegada del invierno limpiaremos bien la rampa de polvo y suciedad. Hay que prestar atención a los desagües que suele haber en la parte baja de las rampas, estos están pensados para drenar el agua y evitar que el garaje se inunde, lo que los hace necesarios también en caso de nevadas para drenar la nieve fundida, de otro modo el agua se acumulará en la parte baja de la rampa y con el frio formará placas de hielo. La limpieza de la rampa nos ayuda a que en caso de nevada no se forme esa capa de hielo que una vez derretida forma una capa fangosa igualmente resbaladiza.
- Cuando sepamos que pueden producirse heladas, es importante esparcir sal gorda o sal especial para estos casos; se puede encontrar en comercios especializados y se presenta en formato de grandes sacos, ya que en ciertas áreas geográficas su uso es absolutamente necesario. La sal evita que la nieve se acumule, ya que hace que se derrita poco a poco al contacto, además aporta un elemento de fricción que puede hacer que nuestros coches traccionen sobre la superficie nevada con mayor facilidad.
- Si la nevada es muy copiosa y la sal no es suficiente hemos de actuar con rapidez. Hay que retirar con una pala toda la nieve, si tenemos mucha prisa podemos limpiar dos carriles por donde pasen las ruedas del coche, aunque lo más recomendable para prevenir la formación de una capa de hielo es retirar toda la nieve posible.
- Nunca intentes retirar la nieve con el agua de una manguera, aunque esta sea de agua caliente, el agua se enfría rápidamente y el hielo solo tardará unos segundos en formar una capa solida sobre la rampa, solo conseguiremos empeorar la situación.
- Si se llega a formar una capa de hielo sobre la rampa la situación se complica bastante, no nos queda otra solución que rascar la superficie con un rastrillo y retirar todo lo posible devastando la superficie para hacerla más rugosa.
- Haz siempre estos trabajos pensando primero en tu propia seguridad, el hielo es muy resbaladizo y una caída sobre él puede provocarnos lesiones. Equípate con botas de montaña, guantes y por supuesto abrígate para soportar la baja temperatura. Si es posible pide ayuda a algún vecino o familiar, así tardareis mucho menos tiempo en realizar esta costosa tarea.
- Si te resulta imposible retirar el hielo, es poco recomendable tratar de pasar con el coche, aunque si cuentas con un vehículo todoterreno con control de tracción sobre nieve esto puede ayudarte. Descarta el intentarlo en cualquier otro caso, ya que el coche se deslizara y puedes causarle daños fácilmente, en el caso de que tu coche sea de tracción trasera descarta desde un principio el conducirlo sobre superficies heladas, resulta extremadamente peligroso ya que el coche tendera a cruzarse debido al empuje de las ruedas traseras.
Como puedes ver, la previsión en estos casos es el factor clave; del mismo modo que en muchas limpiezas estacionales. Si quieres prevenir la formación de una capa de hielo sobre la rampa de tu garaje lo más recomendable es que la limpies con regularidad y mantengas en buen estado el sistema de drenaje. Si te resulta muy trabajoso siempre puedes pedir a una empresa profesional que se encargue de estos trabajos.
En Geindepo nos encargamos de todos estos detalles cuando realizamos la limpieza y el mantenimiento de comunidades de vecinos o lugares de trabajo, así no tendrás que preocuparte de poder sacar tu vehículo siempre que lo necesites. En nuestro servicio de limpieza de garajes incluimos la limpieza regular de las rampas de acceso y salida, un trabajo muy importante ya que si no mantenemos nuestras rampas en buen estado no solo tendremos problemas con el hielo. En otoño por ejemplo puede darse una situación similar con la caída de las hojas de los árboles y la lluvia, si no las retiramos formaran una capa fangosa muy resbaladiza y puede suponer un peligro para personas y vehículos; además de ser la principal causa del atasco de los sistemas de drenaje.
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