Todos sabemos que tener un perro en casa es increíble. Volver a casa después del trabajo y ver a un pequeño (o grande) animalito peludo es encantador… de hecho, es probablemente una de las mejores cosas que se nos ocurren!
Pero lo que no es tan grande es limpiar constantemente su cabello de sofás y las huellas de las patas de barro de las alfombras. En Geindepo queremos darte la solución con seis simples pasos.
1. La prevención es la clave
Afrontémoslo, cuanto menos limpieza tengas que hacer (con o sin perros) mejor! Para reducir al mínimo la cantidad que tienes que limpiar, trate de evitar que el pelo acabe en los muebles y el suelo cepillando a su perro todos los días. Esto mantiene el cabello suelto bajo control y toma sólo un par de minutos cada día.
2. ¡Detente y frota!
Al igual que en el caso anterior, trata de evitar que esas garras lodosas creen un desorden en la alfombra deteniéndoles en la puerta, más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad? Coloque alfombras cerca de la puerta y mantenga una toalla vieja o toallitas para las patas de los perros junto a la puerta. Dale a tu perro un masaje rápido antes de que vuelva a la casa para deshacerse del barro que haya recogido durante sus aventuras.
4. Cubre, lava, reemplaza
Cubre los sofás y sillas con tiros y sábanas. Esto mantiene el olor y el pelo del perro fuera de tu sofá, y cuando se ensucian puedes fácilmente lavarlos y reemplazarlos.
5. Poco y a menudo
Mantente al tanto de las cosas; puede parecer una batalla constante, pero ayuda a largo plazo. Al hacer una pequeña cantidad de limpieza diaria se evita que se acumule la suciedad. Poco y a menudo es la clave.
6. Lávese con frecuencia
Lava las camas de los perros regularmente. Las camas para perros recogen el pelo y la suciedad como nadie, asegúrate de lavarlas regularmente para evitar que la suciedad se salga de control.
Ahora puedes olvidarte de la limpieza y dirigirte al parque más cercano para un juego épico de búsqueda!