Los suelos de terracota o barro cocido son muy habituales en todo tipo de construcciones; sobre todo en viviendas de estilo rústico o provenzal. La terracota es un material compuesto por diferentes tipos de arcilla; la cual se moldea y se cuece a baja temperatura hasta obtener losas planas de superficie normalmente irregular; lo que lo convierte en un suelo ideal para construcciones de estilo rural. De hecho, el barro cocido para suelos es muy práctico, ya que es un material versátil, muy resistente y de fácil mantenimiento.
Eso si; la terracota o barro cocido son materiales muy porosos; tienden a absorver el agua y cualquier líquido que se acumule sobre ellos si no se retira de inmediato; esto hace que tenga cierta tendencia a la aparicion de manchas. No obstante, existen tratamientos relativamente sencillos de realizar que devuelven el aspecto original al material y le devuelven ese aspecto satinado tan tradicional. Esto ha convertido a este material en una opción muy demandada para exteriores; ya que resiste muy bien las inclemencias climatológicas y resulta fácil de reparar y limpiar.
Métodos para limpiar suelos de barro cocido
Existen varios métodos para limpiar suelos de terracota; cada uno de ellos pensado para tratar el suelo en una limpieza estandar, tratamiento de manchas, impermeabilizacion, etc.
Limpieza de suelos de barro después de una obra
Habitualmente se aplica a estos suelos un tratamiento y limpieza después de obra para eliminar el exceso de polvo, los restos de mortero de las juntas, y en general tratar cualquier tipo de imperfección para darle a la terracota ese aspecto satinado tan característico.
Para eliminar los restos de mortero y otros materiales que quedan en el suelo despues de una obra es habitual tratarlo con máquinas rotativas equipadas con cepillos metálicos. Esto erosiona cualquier resto y pule la primera capa del suelo; eliminando manchas superficiales y arañazos que se hayan podido producir durante la obra o reforma.
A continuación se realiza un aspirado en profundidad para eliminar el polvo completamente; para después aplicar un tratamiento a base de aceites vegetales; normalmente aceite de linaza, para sellar los poros y darle un aspecto uniforme y cierto brillo.
Limpieza estándar de suelos de terracota
Para una limpieza habitual de un suelo de barro cocido tan solo hay que aspirarlo bien y luego fregarlo con agua caliente y lejia. Esto abre los poros del material y ayuda a eliminar cualquier mancha que haya podido dejar marca en el suelo. Si quieres conseguir un resultado óptimo; es recomendable dejar secar el suelo un mínimo de doce horas; sin embargo no es estrictamente necesario.
Si el suelo de terracota está situado en el exterior es normal que aparezcan marcas de cal, o incluso verdín, moho o musgo en zonas humedas y sombrias. Para las manchas de cal podemos aplicar un producto específico antical diluido en agua caliente. Para el moho y el musgo bastará con agua y lejia; si hay alguna zona especialmente afectada podemos frotar con un cepillo de cerdas metalicas y a continuacion aclarar con abundante agua. Una buena alternativa para suelos de terracota en exterior es utilizar una pistola de agua a presión sobre las zonas manchadas; pero es necesario regular la presión del agua para evitar el deterioro de las losas y las juntas.
Limpiar suelos de terracota antiguos
Los suelos de barro cocido llevan utilizandose desde la antigüedad; y de hecho es habitual encontrarlos en viviendas antiguas formados por capas de losas entrelazadas a modo de ladrillos o en espiga. Hoy en dia es normal tratar de salvar este tipo de suelos por su valor ornamental; y de hecho con un tratamiento específico pueden recuperarse y recobrar su aspecto original.
Para restaurar un suelo de barro cocido antiguo tan solo hay que aplicar un producto decapante y agua caliente. El agua abre los poros del material y el decapante se encarga de devastar las manchas de grasa, cal y cualquier sustancia que haya penetrado en el suelo. Si es necesario puede tratarse todo el suelo con una rotativa de cerdas metálicas para erosionar la primera capa y eliminar las marcas y arañazos que haya sufrido el suelo por el paso del tiempo.
Mantenimiento periódico de suelos de terracota o barro cocido
Cada cierto tiempo los suelos de barro o terracota pierden su acabado satinado característico y poco a poco es habitual encontrarnos con manchas de grasa, marcas de agua, juntas ennegrecidas, etc. Para recuperar su aspecto habitual es necesario realizar un aspirado y fregado con agua caliente previamente a una limpieza en profundidad con un cepillo y un detergente neutro. En estas ocasiones es necesario dejar secar completamente el suelo durante unas 24 horas en estancias bien ventiladas.
Este procedimiento devuelve al suelo su aspecto inicial; pero para evitar que vuelva a deteriorarse o mancharse en poco tiempo es necesario aplicar una capa de aceite de linaza; u otros aceites vegetales, para sellar el poro del material y dar al suelo una coloracion uniforme y un acabado perfecto.
Para recuperar el aspecto de las juntas de mortero podemos frotar insistentemente con un cepillo hasta dejarlas uniformes o aplicar un tratamiento específico para juntas de mortero. Lo bueno de los productos especiales es que recuperamos completamente el aspecto inicial de las juntas; incluso puede aplicarse un tratamiento que las tinte e impermeabilice para aportar mayor resistencia al suelo.
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