En una mudanza hay dos acciones que pueden generar mucho estrés, una es desmontar y montar los muebles y la otra limpiar la nueva casa. Sabemos que pueden llegar a ser un verdadero dolor de cabeza, pero siempre hay trucos para hacerlo más liviano.
Los expertos hacen hincapié en dos normas básicas para que una mudanza no acabe contigo. Una es contratar un buen servicio de mudanzas y dos, contar con una buena organización durante todo el proceso y eso incluye la limpieza de tu nueva casa antes de mudarte.
Si es tu caso, seguramente ya has pensado cómo vaciar el piso o la vivienda, cómo organizar tus cosas en cajas, cómo desmontar tus muebles o cómo trasladar tus equipos electrónicos, entre otras cosas. Pero no has reparado en su limpieza. No te agobies, aquí te explicamos cómo limpiar tu casa antes de una mudanza.
Cómo limpiar tu casa antes de una mudanza
Aunque puedes pensar que los inquilinos anteriores dejarán la casa limpia antes de irse o, si es nueva, que estará lista para habitarla, esto no es algo que se cumpla a rajatabla. Si tu nueva casa no está del todo limpia, haz una limpieza profunda antes de mudar tus cosas, ya que, una vez que todo esté en su lugar, va a ser mucho más complicado hacerla.
Limpia tu casa de arriba a abajo
Para no trabajar el doble, limpia primero el techo y luego todo lo que esté más abajo. Elimina las telarañas y el polvo de las juntas del techo, de los estantes y de otras superficies altas con un paño húmedo o una escoba.
Ahora tocan las paredes. Si vas a pintar, este es el momento. Es lo primero que tienes que hacer antes de liarte con el plumero, la escoba o el mocho de la fregona. Humedece un paño en agua tibia con unas gotas de amoniaco y repasa las paredes. Recuerda quitar antes las alcayatas, tacos y clavos que no vayas a utilizar y rellena los agujeros con masilla.
También repasa el sistema de calefacción o aire acondicionado. Limpia las entradas y salidas con un paño húmedo y retira la suciedad que se acumula en los radiadores.
Retira el polvo con una aspiradora y termina la tarea con un paño húmedo. Una vez que todo esté limpio, barre y friega el suelo.
Limpia las superficies
Es difícil sentir que la mudanza es un nuevo comienzo si hay suciedad alrededor. Las superficies con mayor contacto suelen ser las que tienen más marcas. Si quieres hacer una limpieza profunda, concéntrate en lo siguiente:
- Electrodomésticos de cocina, horno, nevera, microondas, lavavajillas y lavadora.
- Los picaportes.
- Las llaves de la luz y otros botones.
- Concéntrate en limpiar todo lo que va a ser inaccesible para la limpieza una vez que hayas hecho la mudanza.
- Los lugares de mayor acceso también tienen que formar parte de tu limpieza.
Además elimina la suciedad más resistente, como excrementos de pájaros y el barro incrustado: coge un paño viejo, mójalo en agua con detergente y humedece la zona. Usa un cepillo de cerdas duras para dejarlas como nuevas. Por último, aclara con agua limpia los restos de detergente.
Limpia ventanas, cocina y baños
Limpia a conciencia las ventanas y sus marcos, por dentro y por fuera. Si las ventanas han acumulado mucha suciedad y quieres conseguir unos cristales limpios, brillantes e impecables, usa una mezcla de vinagre blanco con agua caliente, a la que puedes añadir unas gotas de limón para dar aroma. Seca el cristal con papel de periódico para un mejor resultado.
En el caso de que la casa haya permanecido cerrada durante mucho tiempo y el olor a rancio se haya apoderado de ella, ventila bien y usa ambientadores. Los cítricos son un buen aliado para combatir los malos olores.
Por lo general, la cocina suele estar instalada antes de la mudanza y es raro encontrar una cocina impoluta, incluso si es nueva, porque después de la instalación siempre quedan restos de polvo y serrín. Desengrasar, desinfectar y limpiar todos los armarios por dentro con amoniaco y agua es una tarea obligada. Utiliza un desengrasante potente para la campana.
Ahora tocan los baños. Limpia y desinfecta los inodoros, lavabos, platos de ducha o bañera. Deja la tarea de limpiar los suelos para el final. Pasa el aspirador para retirar el polvo y después friegas con el producto adecuado al tipo de suelo.
Si tu suelo necesita un pulido o encerado, es sin duda, es el momento de hacerlo, antes de que lleguen los muebles.
Para evitar estrés puedes contratar profesionales
No todo el mundo tiene tiempo para dedicarse a la limpieza antes de una mudanza. Por ello, si tu trabajo y obligaciones son excesivas y no puedes abarcarlo todo, contratar a una empresa de limpiezas urgentes es la mejor solución.
Los profesionales de Geindepo pueden ayudarte a poner tu casa nueva en estado de revista antes de hacer la mudanza propiamente dicha. ¡No dudes en contactar para pedir presupuesto!