El acero inoxidable es un material muy utilizado últimamente para acabados en electrodomésticos y frentes de cocina. En cocinas de restaurantes es habitual encontrarlo por todas partes, encimeras, baldas, etc. Esto es debido a su nula porosidad y a su extrema resistencia. Es un material extremadamente versátil, no obstante es difícil dejarlo perfectamente limpio, sin huellas ni marcas de agua. Además es habitual encontrar rayones y marcas en su superficie, lo que no afecta a la funcionalidad del material, pero si a su estética. A continuación te contamos una buena manera para limpiar y pulir el acero inoxidable y devolverlo a su estado original.
En el mercado encontrarás muchas soluciones para abrillantado y pulido de acero inoxidable y materiales similares; no obstante suelen estar compuestos de fuertes productos químicos nada recomendables para la salud. Por eso las soluciones que te ofrecemos aquí son totalmente ecológicas y sostenibles, con productos naturales que podrás encontrar fácilmente.
Consejos y trucos para la limpieza de acero inoxidable
- Lo primero es saber que tipo de acero inoxidable quieres limpiar. Hay algunos tipos que deben ser tratados y otros que se limpian fácilmente con una pasada. Aunque en general el acero inoxidable que todos conocemos tiende a mostrar fácilmente arañazos, imperfecciones y marcas de agua.
- Es importante trabajar sobre la superficie del acero. El acero inoxidable es un acero regular recubierto con una capa inoxidable; normalmente formada por cromo o níquel; y al que posteriormente se aplica un pulido o cepillado.
- Debido a que la superficie del acero se cepilla es muy sencillo pulir arañazos y rasguños con un grano apropiado de papel de lija. En la mayoría de ferreterías encontrarás kits para pulido de acero inoxidable. Trabajar la superficie no solo reduce los antiestéticos arañazos; sino que eliminamos las pequeñas partículas de grasa que quedan atrapadas en ellos.
Como limpiar y abrillantar el acero inoxidable
- Empezar por una limpieza en profundidad es el primer paso; aplica generosamente una solución de agua y zumo de limón para desengrasar la superficie. Frota la solución con un paño suave o un estropajo por la parte de la esponja. Un buen truco es usar agua caliente, conseguirás desengrasar la superficie con mayor facilidad.
- A continuación puedes secar con papel absorbente, y mientras esta ligeramente húmedo frotar bien con un paño de microfibra para sacarle brillo.
- Si aun así no quedas satisfecho con el resultado puedes aplicar una gota de aceite sobre la esquina de un paño seco; extenderlo bien y luego dar una pasada con la parte sin aceite del paño frotando profusamente hasta sacarle el brillo.
Como puedes ver, con productos sencillos y trabajo puedes conseguir que tus superficies de acero inoxidable queden como nuevas. En Geindepo tenemos experiencia en limpieza de cocinas de restaurantes, y habitualmente recomendamos seguir estos trucos a los propietarios para mantener bien sus superficies de acero inoxidable.