La aparición de un graffiti sobre la fachada de nuestro inmueble es un suceso habitual aunque no por ello menos molesto. Los graffitis estropean el aspecto limpio de la fachada y si no los eliminamos con rapidez es seguro que aparecerán más, dándole a nuestro inmueble un aspecto desmejorado y sensación de abandono. Estas pintadas suelen realizarse con pinturas en spray o con rotuladores permanentes, la tinta y composición de la pintura la hacen especialmente resistente a la mayoría de tratamientos convencionales, así que si queremos limpiar grafitis de forma eficiente y con un acabado que elimine completamente cualquier resto deberemos emplearnos a fondo.
Dependiendo del tamaño del graffiti y el tipo de material que tengamos que tratar podremos optar por eliminar la pintada nosotros mismos o contar con el trabajo de una empresa de limpieza profesional que se encargue del trabajo. Hay que decir, que aunque el graffiti sea pequeño, nos costará mucho trabajo eliminarlo completamente por nosotros mismos, aunque aquí os contamos algunas técnicas que podéis aplicar:
Limpieza manual
En cuanto a los métodos caseros que podemos aplicar sobre el graffiti encontramos distintas combinaciones de productos que nos ayudarán a tratar la zona. Una de ellas es mezclar agua templada con amoniaco y alcohol puro; trabajaremos con mascarilla y guantes siempre que manipulemos productos como estos.
Posteriormente, hay que aplicar esta solución y frotar insistentemente con un cepillo de alambres finos o un estropajo metálico, tras un buen rato aplicando esta solución podremos observar cómo se devasta la pintura hasta ir desapareciendo poco a poco.
También podemos hacer la mezcla con agua, vinagre y amoniaco, consiguiendo también buenos resultados; aunque en el mercado podemos encontrar algunos productos de limpieza anti-grafitis específicos para eliminarlos que consiguen resultados óptimos con menos esfuerzo, evidentemente, estos tienen un coste un poco mayor a la solución casera, sin eliminar el hecho de que tendremos que aplicar el producto y frotar concienzudamente hasta eliminar la pintura.
No es lo más recomendable tapar el grafiti pintando la fachada, habitualmente sigue apareciendo una sombra del mismo grafiti aunque apliquemos varias manos, además de dejar un aspecto poco profesional, ya que si solo pintamos el área del graffiti dejaremos una gran mancha de pintura sobre la fachada que no termina de quedar estética.
Un aspecto importante a tener en cuenta es el material sobre el que trabajamos, si se trata de ladrillo visto y materiales similares podemos utilizar las citadas técnicas, no obstante, si se trata de materiales delicados como el mármol o la piedra natural no es recomendable aplicar productos agresivos, ya que estropearan el material y solo conseguiremos hacer más grande el problema.
Limpieza profesional
Contar con el trabajo de empresas de limpiezas complejas puede ser lo más recomendable para eliminar los grafitis de su fachada, el trabajo se hará mucho más rápido y con un acabado perfecto, que elimine completamente cualquier resto del graffiti, devolviendo a la fachada su aspecto original.
El tratamiento profesional contra los graffitis consiste en eliminarlos con pistolas de presión, estas pueden disparar agua con detergente específico o directamente erosionar toda la superficie mediante chorro de arena, se utiliza una arena de sílice muy fina, que pule la devasta la superficie poco a poco. Dependiendo del material a tratar se utiliza una u otra técnica, ya que es importante eliminar el graffiti sin causar un desgaste y deterioro del material que tratamos.
El método de pistola a presión consigue unos resultados perfectos pero sobre determinados materiales puede no ser recomendable, en estos casos recurrimos a productos disolventes específicos que eliminen la pintura respetando el material.
En el caso de determinados materiales como el mármol y similares, es recomendable pulir y abrillantar la superficie tras el tratamiento, para conseguir un acabado homogéneo de la zona tratada con el resto de la fachada.