Métodos de limpieza de fachadas

Operarios limpiando una fachada
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Las fachadas de los edificios suelen acumular mucha suciedad ya que están expuestas a la intemperie. No importa si está en la ciudad o en el campo, las paredes exteriores de cualquier construcción se ven afectadas no solo por las inclemencias meteorológicas que pueden dañar su superficie. Sino también por polvo, la contaminación, el agua que cae de las cubiertas y las pintadas de gamberros.

Factores a tener en cuenta para la limpieza de fachadas

Como empresa de limpieza sabemos que se dedican muchas horas a limpiar el interior de los edificios, pero no tantas al exterior. Sin embargo es fundamental hacer un mantenimiento mínimo anual para no encontrarnos con desagradables sorpresas al hacer una limpieza de fachada.

A la hora de hacer un trabajo de puesta a punto de una fachada, además del mantenimiento que se hace de la misma, debemos tener en cuenta otros aspectos. De este modo podremos decidir cuál es el mejor método de limpieza.

  • Material del revestimiento del edificio. Tenemos que conocer de qué está hecha la fachada para determinar qué productos o técnicas podemos aplicar.
  • Cantidad de suciedad acumulada. No solo la cantidad es importante sino también el tipo, no es igual limpiar excrementos de pájaro que pintura de grafitis.
  • Tratamientos previos que se han hecho. Debemos conocer los trabajos anteriores para no estropear la superficie con métodos abrasivos.

Limpieza de fachadas

Limpieza de fachadas con agua a presión

Cuando nos encontramos con una fachada en la que la suciedad no está muy adherida emplear un chorro de agua para la limpieza es una de las mejores opciones. Utilizamos el agua con una presión que nunca supera las 4 atmósferas. Para limpiar al mismo tiempo que protegemos la superficie.

Si estamos haciendo un trabajo en el que debemos limpiar piedra natural, este método es efectivo. Pero siempre teniendo en mente no abusar para prevenir la erosión del material. Para ello empleamos un nebulizador de agua y comenzaremos siempre por la parte superior de la fachada. Así iremos arrastrando la suciedad hacia abajo con movimientos horizontales.

Este método es muy efectivo en todo tipo de fachadas. Sin embargo, si el grado de suciedad es mayor y el agua no es suficiente tendremos que aplicar otras técnicas de limpieza especializada.

Limpieza química de fachadas

Hay ocasiones en las que es necesario limpiar la superficie más a fondo con productos específicos. Ya sea porque han crecido plantas, por la erosión de excrementos de pájaros o para la limpieza de pintadas. Se pueden usar arcillas como la sepiolita y la apulguita. Cuyo efecto es el de absorber la suciedad y que tienen la principal ventaja de no ser peligrosas para la salud.

Sin embargo, en determinados casos en los que la suciedad no puede eliminarse de otra manera, será la empresa de limpieza la que decida qué productos específicos usar. Ya que es posible que, por ejemplo, en la limpieza de fachadas acristaladas que han sido pintadas o erosionadas sea imprescindible utilizar productos químicos más agresivos.

Limpieza química de fachadas

Limpiar la fachada con chorro de arena

Los chorros de arena suelen usarse por los servicios de limpieza de fachadas como método complementario al agua a presión. Especialmente en casos en los que una primera limpieza no ha sido suficiente para acabar con los restos de suciedad. Hay que tener cuidado al aplicarlo ya que puede erosionar las superficies. Por lo que no es recomendable para limpiar fachadas de piedra.

Aunque la gran ventaja es que el profesional que lo aplique ve los resultados al momento. Además de ser más económico que otras limpiezas de fachada. Se puede hacer con granos de arena de origen natural o sintético.

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