Hay cosas que te hacen estar cómodo, sentirte relajado, libre de estrés y también más feliz y una de ellas es tener tu casa limpia, ordenada y organizada. Sin embargo, lograrlo puede que no sea una tarea fácil. Así que aquí te damos algunos trucos para que sea más fácil para ti y puedas disfrutar de tu casa cómodamente. Estos trucos de almacenamiento te servirán para que puedas establecer una rutina con la que organizar tu casa y mantenerla presentable en cualquier momento.
Sabemos que llevar una vida ajetreada y no tener una buena rutina de limpieza y de organización puede hacer que tu casa sea un auténtico caos. Para combatir este problema debes seguir una serie de trucos que harán de tu hogar un lugar acogedor y agradable. Geindepo, tu empresa de vaciado de pisos, te explica cómo conseguirlo.
Categoriza por elementos
No puedes comenzar a organizar tu casa sin antes establecer algunas pautas sobre cómo lo vas a hacer. Para hacer esto, te recomendamos definir por dónde vas a comenzar. El primer paso es organizarte, para ello te sugerimos establecer categorías de todos los elementos que vas a almacenar.
Evita ordenar por habitaciones, lo mejor es categorizar por elementos, ya que así podrás unir todo lo que tienes almacenado en todas las habitaciones y lograr una organización más precisa. Por ejemplo, el primer día lo dedicarás a ordenar la ropa, el segundo día a ordenar los libros, el tercer día a ordenar alimentos, el cuarto día los papeles, etc.
Anota en una libreta las categorías que definas y el orden en el que vas a dedicarte a trabajar en su organización dentro de casa. Lo común es empezar por aquellas categorías que te den menos trabajo, ya que así verás resultados pronto y te motivará a continuar con la siguiente categoría, de modo que cuando llegues a la parte más compleja, el hecho de haber finalizado las anteriores te dará ese empujón que necesitas para finalizar con éxito la organización de tu casa.
Almacena abrigos y ropa de calle en el recibidor
Basta con un espacio pequeño de fondo para contar con un armario en el recibidor y tener en orden y a mano desde abrigos y demás ropa de calle hasta pequeños accesorios, como foulards, guantes o gorros, que puedes ordenar por cajas.
Coloca mesas de centro con cajones
Hazte con una mesa de centro con cajones para tu salón, son la opción más práctica, ya que ofrecen espacio de almacenaje que, al quedar el contenido oculto de la vista, garantizan el orden. Y un salón más ordenado siempre parecerá más amplio.
Coloca puffs en el salón
Los puffs son un complemento práctico y versátil en el salón porque sirven de reposapiés, de asiento extra cuando es necesario, de improvisada mesa auxiliar y, si los eliges con capacidad, de arcón para tener a mano y fuera de la vista desde plaids y cojines hasta los juguetes de los más pequeños.
Mantén tus libros en orden
Se recomienda colocar libros en vertical y horizontal para evitar la sensación de biblioteca. Además, puedes colocar distintas alturas para poner fotos y complementos. Deja que la librería respire, ya que es básico para que de sensación de orden. Un estante abarrotado de libros, por muy ordenados que estén, siempre se verá más caótico que uno donde los libros se combinen con marcos de fotos, plantas o detalles decorativos.
Unifica todo y suma orden en tus documentos
Busca soluciones para guardar los diferentes papeles y documentos como facturas, recibos, notas, correos, etc. Y, siempre que puedas, digitaliza todo, librándote de lo físico ahorrarás mucho espacio y ganarás orden visual. Si se trata de documentación que es necesario guardar pero no es imprescindible que esté a la mano, ¿qué tal guardar cosas en el garaje?
Coloca un armario extra en el baño
Un pequeño armario sobre la cisterna del inodoro puede ayudarte a liberar el espacio de la encimera. Las cajas o cestas con compartimentos son muy útiles para guardar los geles, jabones o pequeños complementos del baño, que tienden a desordenarse y sembrar el caos con mucha facilidad.
Guarda las toallas, enróllalas con cuidado y sorpréndete con el resultado, no solo ocupan mucho menos espacio, sino que además son decorativas por sí solas. Sobre todo si las eliges de diferentes colores.
En la cocina, calcula tu espacio de almacenaje
En la cocina tendemos a almacenar demasiado. Desde alimentos no perecederos que a veces ni nos acordamos que tenemos hasta cacharros variados. Vacía todos los armarios, selecciona y después vuelve a colocar solo lo que en verdad utilices. Descubrirás que te han quedado algunas baldas e incluso armarios vacíos. Un original estante rentabiliza el espacio sobre la encimera. Una encimera libre de trastos da la sensación de una cocina más ordenada.
En el dormitorio coloca una cama canapé y un armario
Si te falta espacio de almacenamiento en el dormitorio, un canapé es tu mejor aliado. Será como tener un armario extra que, además, no ocupa espacio. No acumules porque sí, por cada conjunto de ropa de cama nuevo, uno viejo debe salir. Es la forma de no acumular sábanas, edredones o fundas nórdicas innecesariamente en el armario. Acumular es el gran enemigo del orden.
Simplifica todo el contenido de tu armario
Recuerda: primero vacía, luego ordena. Esta máxima te servirá para todo, desde cómo organizar un trastero hasta hacer limpieza de armario. Es el ciclo del orden, antes de ponerte a ordenar, es necesario vaciar todo el contenido de los armarios y clasificar lo que quieres guardar y lo que no. Deshazte de la ropa que no usas y no has usado al menos en la última temporada sin remordimiento. Cuanto más acumules más desorden habrá en tu armario.
No por tener el armario lleno de accesorios para guardar y etiquetas identificativas estará o se verá más ordenado. Simplifica y quédate con las soluciones que mejor te funcionen. Tu armario debe verse ordenado.
Optimiza el espacio de los armarios de los más peques
Si quieres que tu hijo aprenda a guardar y organizar sus juguetes, pónselo fácil con soluciones a su medida, como baldas para cuentos, cestas para juguetes o cajones con ruedas que pueda mover con facilidad. Organiza el contenido de su armario para que sea más cómodo para ti y, a la vez, para él, ayudándole a vestirse solito.
